El naming no es un proceso sencillo, la creación de un nombre para una marca, producto o servicio es algo que conlleva tiempo y algún que otro quebradero de cabeza. Dicho esto, aquí te dejamos unos “tips” para crear ese nombre prefecto que estás buscando.
Primero tienes que pensar en un conjunto de ideas y conceptos que quieres que recoja tu nombre. Lo que vienen a ser las palabras clave, a partir de las cuales tendrás unas pautas que podrás seguir para la posterior creación del nombre.
A continuación viene la parte divertida, el “brainstorming” o lluvia de ideas. En base a las palabras claves previamente escritas coge papel y boli y escribe todo, absolutamente todo lo que se te ocurra, cuanto más nombres escribas más posibilidades hay de que escribas uno bueno. Parece una chorrada, pero quizás ese nombre que al principio no te acababa de convencer se vuelva un nombre genial con una ligera modificación.
No se te van a ocurrir todos los posibles nombres en una primera tanda, tras una media hora de inspiración debes parar y descansar. Ve a dar un paseo, que te dé el aire, fuma un cigarro, mira un rato la tele, come algo, desconecta.
Una vez hayas descansado y te vuelvas a poner manos a la obra ten claro que no se te van a ocurrir otros 20 o 30 nombres que se te ocurrieron en un momento inicial, irán saliendo a cuentagotas. Llegados a este punto la inspiración puede que no venga sola, así que debes buscarla.
Primero échale un vistazo a los nombres de la competencia, pero cuidado, si crees que estás copiando, es que seguramente estés copiando y lo que buscas es un nombre original que te distinga de los demás. Después mira nombres de otras marcas, aunque no tengan nada que ver, también te pueden servir de inspiración.
Los últimos nombres que completarán la lista inicial se te ocurrirán fuera de tu lugar de trabajo, quizás mientras ves la tele, mientras comes, mientras estás en el gimnasio, pues bien, apúntalos, no pienses “oh que buen nombre, luego lo apunto” porque créeme, lo más probable es que se te vaya a olvidar.
Una vez acabes esta lista inicial comienza la preselección, donde, entre varias personas, tenéis que debatir y seleccionar los nombres que consideréis mejores. Es importante contar con distintas opiniones, quizás ese nombre que a ti no te acababa de convencer a los demás les parece que tiene potencial para convertirse en el nuevo nombre de la marca.
El siguiente paso es sencillo. Si quieres crear un nombre de una marca tienes que comprobar que no esté registrado, para ello tienes que comprobar su disponibilidad utilizando el localizador de marcas de la Oficina Española de Patentes y Marcas. Si lo que quieres es crear una página web debes comprobar los dominios web disponibles utilizando un buscador. Asegúrate de comprobar todos los localizadores y dominios.
Por último pero no menos importante, de hecho es lo más importante, tienes que elegir de entre los nombres que te quedan el mejor. Tomate tu tiempo, si has seguido estos pasos, seguramente acabarás escogiendo el mejor.
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